Por Nrsmha-kripa das
“Cada pueblo tiene el gobernante que merece” dice un viejo adagio. Y en Kali Yuga, los gobernantes alejados del dharma desvían a la sociedad del propósito de la vida.
Para los gobiernos y pueblos actuales los indicadores de progreso tales como el PIB, son mucho más importantes que los indicadores de felicidad o de fuerza moral, y la sociedad, sin una guía fidedigna, ha sido llevada a creer que el propósito de la vida está en la acumulación despiadada de beneficios materiales. Esta mentalidad trae consigo una crisis multifacética, que comienza con la crisis de la explotación ecológica y continua con la crisis de valores. Hacer una radiografía o más bien un registro forense de la sociedad actual nos llevaría muchos párrafos, sin embargo, el propósito de esta publicación es el de reflexionar cómo podemos lograr un gobierno como el de Sri Ramachandra en la era actual.
Sri Ramachandra es el epítome del gobierno perfecto, donde todos los habitantes estaban satisfechos espiritual y materialmente. Semejante reino en Kali yuga no parece posible, sin embargo, puede serlo mediante el yuga dharma, como Srila Prabhupada nos explica en el Srimad Bhagavatam 9.10.53:
Cuando el Señor Rāmacandra, la Suprema Personalidad de Dios, fue rey de este mundo, no había el menor rastro de sufrimientos físicos y mentales, enfermedades, vejez, desconsuelo, lamentación, pesar, miedo y fatiga. Ni siquiera había muerte para quienes no la deseaban.
